La conservación arquitectónica gracias al hormigón prefabricado

La conservación arquitectónica gracias al hormigón prefabricado

La conservación arquitectónica es fundamental para la preservación de la historia y cultura de una sociedad. Frente a esto, la arquitectura moderna no puede desvincularse de las raíces y características propias del entorno. 

Lo cierto es que, el Patrimonio Arquitectónico aporta un valor e información incalculable al estudio histórico de una sociedad. Cada construcción, método empleado e, incluso, materiales nos permiten comprender cómo era la vida en aquel entonces.  

Es el reflejo del pasado en el presente, un espejo en el que a todos nos gusta mirarnos. Motivos de peso por los que la conservación arquitectónica es primordial. No obstante, la tarea de mantener en perfecto estado las antiguas edificaciones no es una tarea sencilla. Tampoco la de repararlas o reconstruirlas. 

En este caso no vale cualquier método, debe hacerse de forma planificada. Un estudio previo y el conocimiento detallado de cada rincón de la infraestructura es imprescindible. A esto se une la elección de los materiales. 

Desafortunadamente, hay ocasiones en las que ya no se dispone del mismo y se tienen que buscar otros que reproduzcan al original. ¿Y qué material nos puede ofrecer esa versatilidad y moldeabilidad? El hormigón prefabricado, un gran aliado en la conservación arquitectónica. 

En Canarias, podemos encontrar multitud de ejemplos, como San Cristóbal de La Laguna, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

En muchas de estas ciudades, Glassydur, como hormigón prefabricado de altas prestaciones, ha colaborado.

En este artículo, hablaremos de la contribución del hormigón prefabricado en la conservación arquitectónica.

¿Cuándo una arquitectura se considera tradicional? ¿Qué significa esto?

A menudo utilizamos la expresión de “arquitectura tradicional”, ¿pero cuál es su significado? 

Una infraestructura es típica de algo o de algún lugar cuando encaja con una tradición propia y representativa. En la mayoría de los casos, siguen técnicas heredadas o que se nutren de las características del lugar.

El clima, el nivel adquisitivo, el número de habitantes o el desarrollo tecnológico son algunos de los factores que antiguamente influían en las formas de construir. 

Por este motivo, en regiones frías es común encontrar infraestructuras con muros anchos y forrados de piedra. A diferencia de aquellas que son más calurosas y húmedas, donde es más común los espacios abiertos y aireados. 

El arquitecto polaco, Amos Rapoport (1972:16), aporta una interesante reflexión sobre las circunstancias que propician la denominación de “tradicional”:

“El modo es el resultado de la colaboración de muchas personas durante muchas generaciones, así como de la colaboración entre los que construyen y los que utilizan los edificios, que es lo que significa el término «tradicional». Como todos conocen el modelo, no hay necesidad de diseñadores. Se pretende que la casa sea como todas las casas bien construidas del área […] El tamaño, esquema, relación con el sitio y otras variables pueden decidirse en una charla y, si es necesario, asentarse en un documento escrito. Las cualidades estéticas no se crean especialmente para cada caso, son tradicionales y se transmiten de generación en generación”.

Cómo se aborda la restauración arquitectónica 

La restauración para la conservación arquitectónica de una infraestructura es un proceso delicado. En Glassydur lo conocemos de primera mano porque hemos trabajado en varios proyectos de esta índole. 

Si bien, los expertos recomiendan a los responsables y dueños de edificaciones con un importante valor patrimonial, no dejar que estas se deterioren. Es decir, antes de restaurar, lo mejor es prevenir.

Así lo recoge también la Ley del Patrimonio Histórico Español: “Se debe conservar, consolidar y rehabilitar los edificios y monumentos históricos evitando la reconstrucción”. 

No obstante, hay circunstancias en las que es difícil evitar que una estructura se deteriore. El desgaste de la infraestructura por el paso del tiempo, un incendio o las inundaciones son las principales causas de una reconstrucción.

En el momento de abordar una restauración o reconstrucción de un inmueble se debe realizar un meticuloso trabajo de documentación. El estudio previo sobre la naturaleza y características del edificio debe recopilar la siguiente información:

  • Historia 
  • Estilo arquitectónico
  • Materiales constructivos empleados
  • Relación con el entorno en el que se encuentra

A partir de aquí, ya se podrá comenzar con la restauración que deberá respetar una serie de normas para preservar la naturalidad de la obra. Según Patrimonio Inteligente, las cuestiones a respetar serían las siguientes:

  1. Evitar la reconstrucción. En caso de hacerse la reconstrucción, esta debe realizarse con las propias partes del Bien.
  2. Debe destacar la parte restaurada diferenciada de la original.
  3. Intentar por todos los medios que lo que se realice sea reversible.

Como podemos comprobar, la regla de oro es respetar lo original, y es aquí donde las altas prestaciones del hormigón prefabricado como Glassydur ha jugado un papel importante. 

Gracias a su capacidad de reproducir texturas reales, la sustitución o reparación de una pieza es natural y casi imperceptible. Soluciones constructivas que han facilitado la conservación arquitectónica en Canarias, una región con más de 400 Bienes de Interés Cultural. 

Canarias cuenta con 407 Bienes de Interés Cultural

La ubicación estratégica de las Islas Canarias en el mapa ha favorecido a que la arquitectura tradicional sea muy versátil. 

Los ejemplos más significativos los podemos encontrar en Lanzarote, donde todas las casas son blancas o en La Orotava, candidata a ser Patrimonio de la Humanidad.

En el portal de la Gran Enciclopedia Virtual de las Islas Canarias, recogen las características que definen el estilo arquitectónico del archipiélago. A continuación, destacamos algunas de sus señas de identidad: 

  • Sencillez y austeridad. Desde el trazado de la planta hasta los aspectos decorativos, la arquitectura tradicional canaria es poco ostentosa y bastante simple.
  • Base estilística del mudéjar, con acercamientos puntuales a otros estilos europeos (gótico, renacimiento, barroco, neoclásico, etc).
  • Amplio uso del mampuesto y la madera.
  • Ausencia de grandes obras. Apenas existen ejemplos de elevada calidad estética que generen en otros artífices nuevos modelos a seguir o a superar.

Las edificaciones revestidas o decoradas con elementos de piedra natural son una práctica muy habitual en el archipiélago. También lo es el uso de madera o tea y los techos cubiertos con tejas.

No es ningún secreto que estos materiales favorecen la aclimatación de la infraestructura. Además, las condiciones naturales de las islas facilitaban la obtención de estos recursos. No obstante, con el aumento de los entornos protegidos la situación ha cambiado.

Por este motivo, el hormigón prefabricado se ha posicionado como una alternativa para seguir garantizando la conservación arquitectónica y patrimonial.

Soluciones constructivas del hormigón prefabricado en la conservación arquitectónica

Las soluciones constructivas que el hormigón prefabricado ha aportado a la conservación arquitectónica es de lo más variada. Desde recreaciones a pequeña escala de edificaciones que forman parte de la historia de alguna ciudad canaria hasta la restauración de edificios emblemáticos.

A continuación, haremos un recorrido por algunos de los ejemplos más significativos:

La oficina de Correos en Santa Cruz de Tenerife. Este edificio emblemático de la capital tinerfeña poseía varios elementos en mal estado que ponían en peligro la integridad de la infraestructura y la seguridad de los viandantes. Gracias a un meticuloso trabajo de rehabilitación y el empleo de placas de hormigón de Glassydur recobró su aspecto original.

¿Construir un castillo de piedra que imita a las fortificaciones típicas de Canarias? Sí, fue una de las peticiones del arquitecto Don Andrés Piñeiro para el Hotel Gran Castillo Tagoro, ubicado en Fuerteventura. El empleo de la placa Victoria de Glassydur permitió reproducir la belleza natural de la piedra tallada, característica de estas construcciones históricas. Una forma ingeniosa de contribuir a la conservación arquitectónica de las islas. 

Por otra parte, la restauración de las instalaciones del Centro de Cultural Contemporánea de San Martín, en Gran Canaria. Un proyecto que implicaba la recreación de elementos decorativos y acabados típicos de una antigua casona canaria. Sin duda, un ejemplo de conservación arquitectónica.

Por último, el campanario construido dentro de un centro comercial en Corralejo. Una recreación inspirada en los campanarios típicos de Canarias. Su fachada fue revestida con paneles de Glassydur para conseguir esa apariencia tan fidedigna. 

Un guiño a la conservación arquitectónica de las islas que vale la pena visitar.

 

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