El hormigón visto es una tendencia al alza en la arquitectura moderna y en la construcción industrializada. Sinónimo de vanguardismo, minimalismo y lujo que ofrece la libertad de crear diseños únicos.

El resultado final del proyecto es especialmente atractivo, siendo este uno de los principales puntos a su favor. Desde obras de infraestructura hasta viviendas residenciales, el hormigón visto puede responder ante cualquier reto de construcción.

Siempre y cuando se respete y cuide el proceso de elaboración del hormigón visto, el éxito de nuestro proyecto estará garantizado. Conscientes de su valor y aportaciones, las ventajas, usos y posibilidades decorativas cada día son más amplias. Los arquitectos lo definen como “la piel de un edificio”.

Una piel que puede ser de distintas texturas, colores y acabados. Para conseguir un efecto u otro, dependerá del tipo de encofrado que se utilice para moldear el hormigón visto. Conocer cuáles son nos permitirá decidir cuál encaja mejor y actuar en pro a ello.

7 ventajas del hormigón visto

El hormigón es un material de construcción que ofrece múltiples soluciones. Cada una de sus ventajas se extienden a sus múltiples maneras de ser empleado. De hecho, algunos los beneficios de su uso se intensifican en función a cómo y dónde es empleado.

Por un lado, la característica más representativa de este material: la dureza. ¿Sabías que el hormigón, como el prefabricado de Glassydur, resiste hasta el embate de un huracán? Unido a esto, además, podemos destacar su durabilidad.

El hormigón visto apenas requiere mantenimiento. Soporta de forma muy eficiente las inclemencias climáticas y el paso del tiempo. Siempre y cuando se realice siguiendo todas las medidas de seguridad establecidas

Asimismo, es termo aislante y aislante acústico, así como conductor térmico. Si lo que se busca es desarrollar un proyecto sostenible con el medio ambiente, el hormigón visto es la manera más eficiente de conseguirlo.

Por último, se trata de uno de los materiales más seguros en caso de incendios, es ignífugo. Con esta característica ya son 7 las ventajas que el hormigón visto ofrece, ¡pero todavía hay muchas más!

¿Qué tipo de encofrado para hormigón visto elegir?

Se podría decir que, casi cualquier superficie que tenga la cualidad de ser impermeable puede convertirse en un encofrado. Desde una puerta hasta un trozo de tela que sea resistente podría servirnos.

Hoy en día, existe un gran abanico de posibilidades. Elegir un tipo de encofrado u otro dependerá de una serie de factores los cuales deben estar previamente definidos en el diseño del proyecto. El peso de la estructura o el nivel de presión del hormigón son algunos de ellos.

En Glassydur, nuestro equipo técnico se encarga de estudiar cada diseño para que el encofrado que se utilice cumpla con los resultados deseados.

A continuación, detallaremos los tipos de encofrados más frecuentes. En cuanto al alcance de una determinada estética y a unos niveles de sostenibilidad óptimos, los mejores son:

Encofrados de madera

Si buscamos un tipo de encofrado fácil de trabajar y económico, entonces debemos elegir los encofrados de madera. Idóneo para trabajos de pequeña escala, puede fabricarse con tablas individuales o tableros de contrachapado. ¡También con prefabricados de Glassydur que reproducen las texturas de la madera!

Es muy importante tener en cuenta que los nudos o imperfecciones de la madera natural tendrán una influencia en el resultado final. Es decir, le darán formas con relieves a nuestro hormigón visto. Detalles que son fundamentales no pasar por alto si se opta por este tipo de encofrado.

En el caso de los plastificados o contrachapados, se adaptan más fácilmente. A diferencia de la madera natural, tienen un acabado más uniforme y liso si eso es lo que se desea.

No obstante, el inconveniente de utilizar este tipo de encofrado es su reciclaje. Si bien se pueden reutilizar, existe un máximo de veces. Por lo general, entre tres y cuatro veces, según la función que se le haya dado. Si se usa como desmoldantes puede emplearse en más ocasiones.

Encofrados metálicos

Si se va a realizar una obra de grandes dimensiones, el uso de encofrados metálicos es lo más recomendado. Para contrarrestar su alto coste, por lo general, son arrendados a terceros.

Entre las ventajas de utilizar este tipo de encofrado destacan las siguientes:

• Puede ser ensamblados y desmontados con facilidad y en poco tiempo
• Son más resistentes
• Ofrecen texturas con acabados muy lisos

Cualidades que desde luego mejoran la productividad del proceso constructivo y que aseguran que el trabajo cumpla con los requisitos deseados. Una apuesta segura y sostenible con poco margen de error si se ha realizado correctamente el trabajo previo de planificación.

Encofrados de papel

A pesar de que el papel pueda parecer un material inestable o con pocas garantías, es un tipo de encofrado muy importante.

Cuando en el diseño del proyecto se han establecido una serie de elementos más complejos o con formas más sinuosas, el encofrado de papel es la solución. Por ejemplo, para pilares de sección redonda, gracias al cartón podemos crear esas formas curvas con un nivel de resistencia semejante a la madera.

Frente a lo que puede esperarse de un material de estas características, reacciona favorablemente a la humedad de la mezcla del hormigón.

Con su desarrollo, ya no es necesario ensamblar pequeños segmentos de madera rectos para crear moldes complejos. No obstante, su reutilización es escasa.

Encofrados de plástico

Para losas acanaladas o superficies que requieren una perfección geométrica, los encofrados de plástico.

Pueden ser empleados infinitas veces y otorgan importantes soluciones constructivas. Desde superficies perfectamente lisas, alta resistencia y una buena estanqueidad. Además, gracias a su ligereza, pueden ser empleados con rapidez y seguridad.

Del mismo modo, debido a que el hormigón no se queda adherido al encofrado, no es necesario emplear un aditivo para desmoldar. Por lo que puede ser reutilizado muchas veces.

Consideraciones para la conservación óptima de la estructura

Para asegurar la conservación óptima del hormigón visto, se deben tener en cuenta una serie de consideraciones. Tanto antes como durante el proceso de construcción, el cuidado y la elección de los materiales que se van a emplear es fundamental.

El hormigón visto si bien es un material altamente resistente, siempre está expuesto. Valorar previamente el tipo de clima es una tarea obligatoria en las primeras etapas de su elaboración.

Cuanto más detallada sea esta información, mejor será su acondicionamiento y menores serán los riesgos de sufrir daños. Las filtraciones y los hongos son los principales factores que pueden dañar el hormigón visto. Frente a ello, el uso de productos impermeabilizantes o contra las baterías resulta vital.

No dejar piezas de la estructura expuestas al exterior también son cuestiones que se deben de tener en consideración. Nuestra estructura de hormigón visto debe de quedar lo más sellada y hermética en la medida de lo posible.

Solo de este modo conseguiremos disfrutar de las ventajas de un material resistente, durable y de altas prestaciones como los prefabricados de Glassydur o, en este caso, el hormigón visto.