25 May El hormigón prefabricado posibilita la construcción en altura
Uno de los grandes retos a los que se enfrenta el sector de la construcción es el incremento de la eficiencia y la reducción de la huella de carbono, tanto en el proceso constructivo como en lo referente a la vida útil de cada nueva estructura o edificación.
Se trata de una tendencia que nos beneficia a todos: de un lado, lograremos un ahorro de costes y una reducción de residuos y, de otro, obtendremos resultados más duraderos, eficientes y ecológicos.
En este ámbito, el hormigón prefabricado tiene mucho que decir: te contamos cómo el hormigón prefabricado posibilita la construcción en altura y cómo permite una mayor sostenibilidad en este campo.
Hormigón prefabricado: una solución para la construcción en altura
Lo primero que tenemos que tener claro es a qué nos referimos cuando hablamos de construcción en altura. En general, esta tipología de edificación se refiere a construcciones de tipo vertical (mayor alto que ancho) pensadas para alojar a un número importante de personas o servicios en su interior.
Es el caso de los bloques de viviendas o las torres, pero también de edificios emblemáticos que requieren estructuras elevadas, entre otros. En su modalidad residencial, la construcción en altura está pensada principalmente para zonas densamente pobladas, con el fin de aprovechar al máximo el suelo.
En este sentido, cabe preguntarse cómo las soluciones prefabricadas pueden mejorar la eficiencia a la hora de construir en altura teniendo en cuenta que el objetivo es una mayor industrialización, un ahorro de costes y el máximo respeto al medio ambiente.
La idea de construcción en altura se asocia precisamente con una mayor sostenibilidad, al menos potencialmente: las edificaciones en altura, bien planteadas, pueden ser altamente sostenibles, si bien es importante que se tengan en cuenta, a la hora de su diseño y desarrollo, un máximo aprovechamiento de los recursos naturales a la hora de dar confort a los espacios, así como el uso de materiales duraderos, sostenibles y fáciles de reciclar, entre otros elementos.
Factores como la energía embebida (energía total consumida) de los materiales, las emisiones de CO2 totales generadas, el consumo de energía final, la demanda energética posterior, el uso de energías renovables, el confort interior… son factores que deben valorarse para dar lugar a una ecuación sostenible. También la vida útil de los materiales.
En todos estos aspectos, el hormigón prefabricado se postula como un material ideal para lograr una máxima sostenibilidad y eficiencia en las construcciones en altura, siguiendo los principales estándares en construcción sostenible que se manejan en la actualidad.
Permite un aislamiento a medida
El hormigón prefabricado ofrece un aislamiento a medida tanto en términos de temperatura como de humedad, adaptándose al espacio en el que se emplace el edificio.
Se trata de un material que puede adaptarse a cualquier necesidad concreta -incluso las más extremas, como las condiciones de sol, salitre y viento que existen en Canarias-, ya que es posible alterar su composición en función del proyecto o del uso que se vaya a hacer de él.
Un buen ejemplo son los paneles GRC o paneles fabricados en ‘Glass Reinforced Concrete’, un diseñado específicamente como solución de revestimiento para fachadas de alta resistencia a la flexión, a la tracción, a los impactos y al desgaste.
Permite construir estructuras adaptadas a las condiciones climatológicas del lugar
La versatilidad del hormigón prefabricado en cuanto a forma y acabado es absoluta: es posible diseñar cualquier silueta imaginable y aprovechar gracias a ella el máximo potencial energético del espacio, así como jugar con la orientación de la construcción, con la circulación de aire…
Se trata de un material sostenible
El hormigón prefabricado es, en sí mismo, un material sostenible, respetuoso con el medioambiente y de larga vida, mínimo mantenimiento y máxima dureza. Además, es reciclable y su precio es reducido. Se trata de uno de los materiales con mejor relación calidad-sostenibilidad-precio del mercado.
Su proceso de instalación es rápido, económico y seguro
Una de las grandes ventajas del hormigón prefabricado es que su instalación se realiza en obra y en seco, sin necesidad de utilizar morteros u otro tipo de adhesivos húmedos. Esto permite acortar tiempo de instalación, abaratar costes, reducir el margen de error y también la generación de residuos.
Todos estos elementos resultan especialmente útiles en la construcción en altura, mejorando su sostenibilidad.
Hacia una construcción en altura industrializada y sostenible
Prueba de todas estas ventajas es que el propio Sistema BIM apuesta por el hormigón prefabricado como solución constructiva de calidad que facilita, a su vez, la construcción industrializada.
En este sentido, la industrialización de la construcción en altura permite optimizar recursos y procesos. El hormigón prefabricado no solo facilita esta tarea, sino que ofrece una larga durabilidad y una gran capacidad para favorecer un comportamiento energético responsable.
Y es que el uso de placas de hormigón prefabricado en obra permite reducir drásticamente el tiempo de instalación y los costes asociados a este proceso, así como aportar un margen de error mínimo y un porcentaje de desperdicio en obra casi nulo.
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Para trabajar en altura, la combinación del uso de hormigón tradicional junto con elementos prefabricados puede ser una solución híbrida perfecta para aprovechar algunas de las grandes ventajas de esta modalidad.
Glassydur®: tu socio estratégico para el diseño y fabricación de elementos de hormigón a medida
En GlassyDur® tenemos claro que, para que este cambio de paradigma hacia una construcción en altura más sostenible se materialice, es necesaria una apuesta por la innovación del lado de las empresas y personas implicadas en el diseño, desarrollo y aplicación de soluciones constructivas.
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