09 Dic Arquitectura biomimética: edificaciones que imitan la naturaleza
Visualiza por un momento la Sagrada Familia, ¿sabías que es un ejemplo de arquitectura biomimética? Las columnas de la edificación más famosa de Barcelona está inspirada en la forma de los árboles.
Y es que, como ya aseveraba Gaudí: “El arquitecto del futuro se basará en imitar a la naturaleza, ya que es la forma más duradera, racional y eficiente de todos los modos”.
A pesar de que todavía nos queda mucho por descubrir, no cabe duda de que aquí se encuentra una importante fuente de conocimiento e inspiración, no solo para la arquitectura y el diseño, sino para cualquier campo.
Entender el proceso de evolución y adaptación de la naturaleza y sus ecosistemas puede darnos las claves para afrontar con mayor asertividad un futuro lleno de desafíos y desconocimiento.
Si quieres saber más sobre la arquitectura biomimética, en el siguiente artículo profundizaremos sobre sus usos y beneficios, pero también sobre cómo llevar a cabo proyectos bajo este concepto.
¿Qué es la arquitectura biomimética?
La arquitectura biomimética, como bien recogen desde la web ArchDaily, se puede definir como:
“Una filosofía contemporánea que busca soluciones sostenibles en la naturaleza, sin replicar puramente sus formas, sino que a través de la comprensión de las normas que las rigen. Este enfoque multidisciplinario busca seguir una serie de principios en lugar de centrarse en códigos estilísticos”.
Es decir, no se trata solo de construir una edificación con forma de árbol, sino hacerlo siguiendo las normas de la propia naturaleza. Según en qué lugar, momento del año o clima predominante, la vegetación será de una manera u otra, tendrá un comportamiento específico para sobrevivir.
La arquitectura biomimética existe desde hace varias décadas. Si bien su consideración o aplicación no ha sido notable por la complejidad proceso, las limitaciones tecnológicas existentes y la falta de concienciación medioambiental.
Handicaps que poco a poco han ido quedando solventados con el desarrollo y la innovación tanto en el proceso constructivo como en los materiales utilizados.
Edificaciones más sostenibles y saludables
Entender el funcionamiento real, natural y exacto de todo aquellos que nos rodea y que no ha sido fruto de la intervención del ser humano, hoy más que nunca, es fundamental.
La naturaleza es la arquitecta del mundo en el que vivimos, ¿por qué no aprender de ella? Hay mecanismos naturales que requieren menos energía, producen poco o ningún residuo y no dejan huellas de carbono.
¿Cuántos mecanismos creados por el ser humano pueden presumir de cumplir con esas características? Es por este motivo que cada vez resulta más evidente la importancia de investigar y desarrollar sistemas y materiales que nos permitan crear más edificaciones inspiradas en la naturaleza y no de espaldas a esta.
No se trata de copiar, sino de ir más allá. A continuación, señalaremos algunos ejemplos que como el de la Sagrada Familia nos permiten visualizar esta idea.
- Edificio Chicago Spire inspirado en la flexión de un torso humano para conseguir una estructura que respondiera mejor frente a las cargas del viento.
- Estadio de Beijing recrea un nido de pájaros a través de un enorme marco de acero.
- Edificio Bic House revestido con algas fotosintéticas para controlar la luz y generar y conservar energía a través de este sistema.
- Casa Batlló cuyo techo sigue la estructura de las vértebras de una serpiente para ganar mayor flexibilidad y no tener que ceñirse a formas rectilíneas ni esquinas.
Si tomamos el ejemplo de la Bic House comprobamos cómo para construir edificaciones más sostenibles y saludables no es necesario crear nuevos materiales, sino saber diversificar las materias primas existentes.
Beneficios del GRC para el desarrollo de proyectos con arquitectura biométrica
Baja o casi nula producción de residuos, disminución del consumo energético y mejoras de la eficiencia del proceso constructivo… Estos son algunos de los beneficios de la arquitectura biomimética, pero también de construir con GRC.
Y es que, más allá de compartir ventajas, no cabe duda de que el hormigón prefabricado reforzado con láminas de vidrio (GRC) se ha convertido en un aliado.
Una vez hemos comprendido el funcionamiento natural de aquello que queremos imitar, el siguiente paso es investigar cómo llevarlo a cabo con los recursos existentes. Las soluciones constructivas y decorativas que permite GlassyDur son sumamente versátiles, empezando por la posibilidad de sus formas: ilimitadas.
Arquitectos que han trabajado con GlassyDur, nuestro revolucionario material GRC, lo describen como un lienzo en blanco pues se adapta a las necesidades y requerimientos de los diseñadores, no al revés.
Con GlassyDur, el desafío de los arquitectos será exclusivamente comprender la naturaleza y sus engranajes para plasmarla en sus edificaciones.