Nombre: Hotel Bahía del Duque
Ubicación: Costa Adeje, Tenerife
El 20 de noviembre de 1993 abre sus puertas el Hotel Bahía del Duque, el primer complejo de lujo en la Costa de Adeje.
Un proyecto impulsado por un grupo de empresarios de Tenerife que anhelaban contar con un hotel de estas características en las islas. La apertura del Bahía del Duque marcó un antes y un después en la oferta alojativa de Canarias, siendo el referente y que abrió el camino al turismo de calidad en Tenerife.
Empezando por su arquitectura y diseño inspirados en una tradicional villa colonial canaria típica del siglo XIX. Una recreación sumamente realista y desarrollada con especial atención y cuidado en los detalles por parte del arquitecto Andrés Piñeiro.
Próximos a cumplir 30 años desde su apertura, el Hotel Bahía del Duque es considerado uno de los mejores establecimientos hoteleros de Europa, y no es para menos. A diferencia de otros complejos, siempre se han adaptado a los cambios y nuevas tendencias del sector.
Actualmente, más de 60.000 m² de jardines tropicales rodean el Hotel, las Villas privadas y las Casas Ducales. Todos dotados de la máxima calidad y confort que, junto a unos exclusivos servicios, ofrecen a sus huéspedes una experiencia única.
Cuando un grupo de empresarios canarios asignó el proyecto de construcción del Hotel Bahía del Duque lo hicieron con un objetivo principal: dotar a Tenerife de la primera oferta alojativa enfocada al turismo de lujo.
Eso sí, las condiciones y características del mismo debían de regirse por una serie de parámetros muy específicos. Cada rincón de los 100.000 metros cuadrados disponibles para su construcción debían ser aprovechados al máximo.
Por un lado, el complejo tendría un estilo arquitectónico tradicional canario cuyas instalaciones se dotarían de la máxima calidad y confort, esperables en un hotel de su categoría. Por otro era fundamental que se crease un ambiente exótico, idílico, privado y exclusivo.
Asimismo, no debía ignorarse en ningún momento la proximidad del complejo con respecto al mar y su capacidad para erosionar y desgastar las estructuras. Recordemos que el Bahía del Duque se encuentra en primera línea de playa.
Ser el primero es emocionante al mismo tiempo que desafiante. Es por este motivo que, la construcción del Bahía del Duque fue un proceso relativamente largo y costoso. De principio a fin requirió de soluciones constructivas y decorativas vanguardistas, y una empresa capacitada para solventar los retos de este gran proyecto, reto que asumió nuestra empresa.
Si tenemos en cuenta los objetivos señalados, cada uno traía consigo desafíos logísticos, arquitectónicos y humanos. Abordar un proyecto que se extiende a lo largo de 100.000 m² requería de una excepcional coordinación entre todas las partes involucradas.
La torre inspirada en la de la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, las Casonas antiguas de las familias pudientes de Canarias, los patios canarios, las plazas… Todas las edificaciones típicas de una villa colonial canaria debían estar presentes.
Ello suponía llevar a cabo edificaciones con un diseño muy específico requerían de materiales igual de concretos. Asimismo, para su arquitecto, Andrés Piñeiro, las diecinueve casas debían ser de baja edificabilidad desligándose del tradicional edificio alto y voluminoso de las construcciones hoteleras, esto suponía un verdadero reto.
Además para la zona de baño y solarium se querían llevar a cabo cuatro piscinas y una playa artificial. Todo ello rodeado de su propio jardín botánico con cerca de 300 especies vegetales tropicales y subtropicales.
Para poder afrontar con éxito la construcción del Bahía del Duque, Andrés Piñeiro y Juan Dávila acudieron a nuestra fábrica en busca de soluciones constructivas, este proyecto para Grupo Antonio Afonso, marcó un antes y un después la dilatada trayectoria empresarial.
Como es de esperarse en un hotel de este nivel, cada detalle es mirado con lupa con el objetivo de ofrecer una experiencia inolvidable al turista.
La ejecución del proyecto se afrontó en diferentes etapas. Partiendo de que en los años 90 no disponíamos de los avances tecnológicos de los que contamos hoy, gran parte de los bocetos tuvieron que realizarse a mano, para a posteriori y de manera artesanal, desarrollar moldes para poder fabricar los prefabricados, que vemos en cada rincón del hotel.
Fue así como, por un lado, llevamos a cabo la fabricación de diferentes piezas decorativas y remates que permitían reproducir de forma fidedigna el estilo arquitectónico de las islas con sus característicos balcones canarios, conizas, arcos, capiteles, entre otros.
Balaustres, pérgolas, columnas, fuentes, molduras, bordillos, escalinatas, jambas, pasamanos, dinteles… y así una larga lista de elementos arquitectónicos presentes en el Hotel Bahía del Duque fueron creadas con por nuestra empresa.
Con el paso del tiempo, y tras más de 15 años abiertos, se nos encargó el revestimiento de sus piscinas, las cuales, a causa de las sales y los químicos se verían expuestas a una continua agresión. Para evitar su deterioro, se utilizaron prefabricados de GlassyDur, pues este material GRC es altamente resistente y anticorrosivo.
Asimismo, con la ampliación del hotel, con su exclusiva zonas de villas de superlujo, fue revestido directamente con paneles de Glassydur Placa Altos, un GRC que reproduce la piedra tosca. De esta forma se conseguía dotarlas de un acabado elegante y cálido con la máxima calidad.
El que es el primer gran trabajo del Grupo Antonio Afonso cuenta ya con más de 50 premios y distinciones nacionales e internacionales.
Entre ellos destacamos el “Europe’s Leading Luxury Hotel & Villas 2020”, el premio más prestigioso del sector hotelero y que avala el éxito de este proyecto que pronto celebrará su 30 aniversario.
En todos ellos destacan la calidad de sus instalaciones y servicios. Un complejo hotelero que está en constante evolución y que ha sabido adaptarse a las nuevas exigencias y necesidades de sus clientes.
Si bien en los últimos años se han acometido varias reformas y ampliaciones de sus instalaciones, los elementos arquitectónicos y decorativos de nuestros prefabricados y de GlassyDur siguen intactos, demostrando así las altas prestaciones de este material.