¿Sabías que el 35% de las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa se deben a las edificaciones?

Las exigencias en el campo de la arquitectura se enfrentan a mayores retos con la innovación de productos que están destinados a cumplir no solo con las necesidades estéticas, sino también con un compromiso sostenible cada vez más presente.

Por tanto, las estructuras de hormigón han de mantenerse vivas y evolucionar adaptándose a la demanda y necesidades no solo del usuario, también de su entorno.

Las construcciones de hormigón contribuyen a aumentar la eficiencia energética global.

En el último siglo, el alto desarrollo económico de la sociedad, sobre todo en entornos urbanos, ha incrementado el volumen de construcción con hormigón de manera significativa.

Durante la etapa de fabricación, el hormigón es un material con un consumo intenso de energía, pero entonces ¿Cómo es posible que el hormigón contribuya a aumentar la eficiencia energética global en una construcción?

Dadas sus características ignífugas (Impermeable, anticorrosivo, térmico-aislante y aislante acústico) proporciona un mayor aislamiento térmico y por tanto reduce el consumo de energías convencionales.

Por otro lado,  posee la ventaja de que es un material muy duradero con poca necesidad de mantenimiento, algo que también hay que tener en cuenta en un proceso de evaluación de sostenibilidad.

Si a todo ello, añadimos las ventajas del hormigón en entornos urbanos como una reducción de la temperatura ambiente o la posibilidad de utilizar el hormigón para reducir la contaminación atmosférica, nos encontramos ante un ámbito que es necesario potenciar tecnológicamente de manera inmediata.

Un material para una construcción sostenible

Hasta ahora, el hormigón solo se ha apreciado de una forma parcial como material resistente de estructuras y fachadas, con una gran versatilidad para estar a la altura de exigentes formas, texturas y colores en el campo de la arquitectura.

Pero una vez más, el hormigón ha demostrado estar a la altura de unas necesidades globales, que van mucho más allá de lo versátil o estético.

Su alta inercia térmica lo posiciona como un material para una construcción sostenible, que reduce a lo largo de toda su vida útil la demanda energética de cualquier estructura. 

La reducción de gases de efecto invernadero, como consecuencia del ahorro energético que se produce durante la vida de cualquier estructura, asociado a la inercia térmica del mismo, es una ventaja medioambiental fundamental.

El compromiso de Glassydur con tu proyecto

Teniendo en cuenta lo anterior, Glassydur, como micro-hormigón de altas prestaciones, ofrece al sector de la arquitectura e ingeniería llevar a cabo soluciones más sostenibles en sus proyectos orientados a nuevos procedimientos constructivos en sus diseños.

Así, el hormigón prefabricado reúne un conjunto de prestaciones más competitivas y comprometidas con el mundo y su sociedad:

• Elevada resistencia y durabilidad
• Ignífugo y alta capacidad de compartimentación frente al incendio
• Poderoso aislante acústico
• Elevada inercia térmica que reduce la demanda energética 
• Bajos costes de mantenimiento
• Capacidad de mejorar la sostenibilidad

Teniendo en cuenta sus características y los beneficios que aporta Glassydur se amplía aún más un abanico de posibilidades encabezados por una gran capacidad evolutiva y de adaptación, ahora aún más notoria, como material de altas prestaciones en cualquier proyecto.

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