El efecto corrosivo del mar daña profundamente las edificaciones costeras. Las soluciones constructivas desarrolladas por Glassydur han sido creadas para evitar que esto suceda. Como material de altas prestaciones, protegen la estructura y todos sus elementos para que no pueda producirse el proceso de oxidación.

Si tenemos en cuenta la particularidad de ser de las Islas Canarias, como un territorio rodeado por el océano Atlántico, la corrosión marina importa y mucho. Por ese motivo, el análisis previo a una construcción en las zonas costeras es primordial.

Como una toxina invisible, va degradando cualquier pieza desprovista de protección. Tanto es así que puede llegar a producirse su derrumbe o inhabilitación.

En este artículo, analizaremos cómo se produce el efecto corrosivo marino, sus consecuencias y cuáles son las soluciones constructivas que ofrece Glassydur.

La salinidad del mar: ¿Qué es la corrosión marina?

Cualquier edificación construida en la costa o próxima a ella se encuentra expuesta a la corrosión marina. La salinidad del mar y de la atmósfera tiene consecuencias muy nocivas en los metales y algunas superficies. De hecho, la corrosión es uno de los desafíos más grandes dentro del sector marino.

Pero, ¿en qué consiste? En líneas generales, se entiende por corrosión a la “tendencia que tienen los metales de volver a su estado en la naturaleza”. Es decir, como un óxido. En este caso, la salinidad del mar es la causante y desencadenante de ese efecto.

Por eso es muy importante tomar en cuenta las características del clima y, por ende, de la atmósfera donde se vaya a construir. En “La corrosión en atmósferas marinas. Efecto de la distancia a la costa”, un equipo de expertos realiza un estudio en el cual se analizan las causas y efectos de este fenómeno.

“La salinidad atmosférica es el factor controlante de la corrosión atmosférica en atmósferas marinas puras. En las atmósferas marinas, el depósito de partículas salinas sobre la superficie de los metales, acelera el proceso de corrosión metálica. Sin embargo, es muy escasa la información cuantitativa acerca del efecto de la salinidad atmosférica sobre la corrosión metálica”.

Tras realizar numerosas mediciones y análisis, concluyen lo siguiente:

“Se establece una relación lineal entre salinidad atmosférica y corrosión metálica para un intervalo de velocidad de depósito de ion cloruro comprendido entre 4-500 mg C17m2 d”.

¿Qué tipo de construcciones son más vulnerables a la corrosión marina?

Los diferentes estudios realizados en torno a la corrosión han podido comprobar que dependiendo del tipo de construcción existe una escala de riesgos. El material, la distancia y la climatología son los factores más condicionantes.

No es lo mismo estar bajo la superficie del mar que a varios kilómetros de ella. En el primer caso, se produce la corrosión galvánica o electroquímica cuando dos metales distintos son sumergidos uno pierde sus características a favor del otro. En el segundo, la corrosión es menos acusada.

En el libro “Corrosión y protección” de Luis Bilurbina Alter y Francisco Liesa realizan un interesante análisis sobre lo que ellos denominan: estructuras a ciclos de inmersión-emersión. Es decir, cuando la pieza no se sumerge al completo.

“Los pilones marinos de acero que sobresalen del nivel del mar presentan en esta zona una corrosión que a veces es más fuerte que en el resto de la pieza. Ello puede estar relacionado con el hecho de que los productos de la corrosión toman la forma de gruesas costras que se van exfoliando y, por tanto, van dejando un espacio entre ellas y el acero donde se acumula el medio corrosivo.”

Asimismo, hacen referencia a observaciones donde se ha podido comprobar cómo un clima cálido puede desencadenar la corrosión. El calor ayuda al desarrollo de microorganismos que “se alimentan” de ese metal.

Si bien en construcciones bajo el mar los “crecimientos marinos y la formación de depósitos calcáreos” reducen la corrosión, en aquellas partes en las que la estructura está al descubierto, lo acelera.

Factores que condicionan un proyecto frente al mar

Si tenemos en cuenta todo lo anterior, es evidente que la salinidad del mar y de su atmósfera, influyen. Como factores condicionantes, a la hora de construir un proyecto frente al mar, es vital la elección de materiales que nos ayuden a proteger y mantener su buen estado.

Hablamos de un objetivo en el que GlassyDur, como hormigón prefabricado, se ha especializado para ofrecer múltiples soluciones constructivas de alta calidad. En las Islas Canarias, la corrosión marina es un desafío constante, puesto que todo el territorio insular se encuentra rodeado por el mar.

No obstante, gracias a ese reto, se han podido acometer importantes innovaciones y aportaciones. Las placas y paneles de hormigón prefabricado de Glassydur son una prueba de ello. Una demostración de cómo un material que hasta el momento también se había visto vulnerado por el efecto corrosivo del mar, ahora puede evitarlo.

Los prefabricados de Glassydur ofrecen soluciones constructivas a medida

Ofrecer soluciones constructivas a medida es una especialidad característica de los prefabricados de Glassydur. Como material de altas prestaciones, no conoce límites. 

¿Sabías que resiste hasta el embate de un huracán? 

A continuación, vamos a analizar varios ejemplos en los que las soluciones constructivas ofrecidas por GlassyDur han garantizado el éxito de los proyectos.

El puerto de Garachico

La localidad de Garachico, al norte de la isla de Tenerife, cada año sufría las consecuencias de un mar que no conocía límites. Por este motivo, se llevó a cabo un proyecto con el que mejorar y reforzar el puerto y muelle.

La iniciativa requería conseguir un encofrado ligero, pero que fuera resistente a los impactos, agentes atmosféricos y a la erosión del mar. 

Glassydur ayudó a cumplir las expectativas del proyecto dotándolo además de formas y texturas en sintonía con la escultura (Ciaboga) y el diseño del mural (Neptuno).

En su composición total, el Puerto de Garachico consta de una escultura compuesta por tres tetraedros irregulares de grandes dimensiones, que simulan la ciaboga de un velero. 

La utilización de Glassydur permitió conseguir una altura de 12,60 m y un volumen total por tetraedro de 118 m³. Y un muro a lo largo del muelle con la figura de Neptuno en relieve.

Plataforma Oceánica de Canarias

En el 2007, se desarrolló una iniciativa destinada a “construir, equipar y operar un conjunto de infraestructuras marinas para la investigación en el campo de las ciencias y tecnologías marinas”, explican desde el Consorcio público.

Entre las diferentes estructuras llevadas a cabo, GlassyDur realizó el revestimiento de la Plataforma Oceánica Offshore. Se trata de un cajón que permanece flotando sobre el mar, a un kilómetro de la costa.

Por las características del proyecto, se requería de materiales altamente resistentes al efecto corrosivo del mar y a las inclemencias climáticas. Frente a un desafío de este calibre, se eligieron las placas de hormigón prefabricado de Glassydur. Se pudo comprobar que aportaban las soluciones constructivas idóneas que una plataforma de estas características requería.

Puerto Deportivo de Gran Tarajal en Fuerteventura

Gran Tarajal es la segunda ciudad más grande de Fuerteventura. El rápido crecimiento fue motivado en gran parte a que la exportación de los productos agrícolas de la isla se realizaban en su puerto marítimo.

El Puerto de Gran Tarajal o también conocido como Puerto Deportivo de Gran Tarajal, se sitúa en el municipio de Tuineje.

Hoy en día sus tranquilas aguas hacen que sea posible recibir tanto a embarcaciones deportivas como pesqueras ofreciendo 170 amarres. Sin embargo, los efectos corrosivos del mar supusieron un desafío tanto en su diseño como en su construcción.

Un importante reto del que hemos podido formar parte aportando importantes soluciones constructivas. En concreto, para este proyecto se construyeron una serie de placas y paneles prefabricados de Glassydur.

Gracias a ello, las instalaciones del Puerto de Gran Tarajal cuentan ahora con una protección resistente contra el efecto corrosivo del mar.